Existen estudios que sugieren que el creciente fenómeno de las fake news no ha afectado el consumo de noticias. Por lo tanto, al establecer y promover a los Organismos Electorales como las fuentes más confiables de información sobre las elecciones se debilita la capacidad de los promotores de noticias falsas de producir el impacto negativo deseado, y se da a los votantes confianza en la integridad del proceso electoral.
Las siguientes recomendaciones de parte de expertos y estudiosos del tema electoral han sido hechas a los Organismos Electorales, en las oportunidades cuando éstos han acometido la estructuración de sus propios protocolos de comunicaciones:
Actualice el plan de crisis comunicacional electoral al menos una vez al año. De esta manera se mantendrá actualizado en cuanto a sus mensajes, métodos, materiales
y circunstancias cambiantes.
Proporcione experiencias consistentes, transparentes y seguras para los ciudadanos.
Apoye los vínculos o asociaciones entre las redes sociales y grupos de verificación factual de eventos y noticias durante épocas electorales. Estas plataformas pueden ayudar a abordar y contrarrestar la propagación de información falsa.
Fomente la comunicación y la colaboración con otras jurisdicciones de votación antes y durante una elección. Una buena coordinación facilita la lucha contra la información falsa.
Al abordar fake news, llame la atención sobre noticias sólidas y datos confiables. A la vista de materiales bien respaldados por los hechos, las noticias falsas tienden a desvanecerse.
Apoye los esfuerzos para mejorar la calidad de las fuentes de información, a través de la educación y la adecuada capacitación.
Este manual ha sido pensado para proporcionar a los Organismos Electorales una guía fácil de seguir paso a paso, para hacer frente a una crisis comunicacional impulsada por fake news. Al ofrecer datos verificados y reseñas de los hechos en el momento oportuno y a través de los canales correctos, podrán minimizar sustancialmente el impacto negativo de las noticias falsas. De esta manera, las autoridades aumentarán la confianza en el proceso electoral y se brindará tranquilidad a votantes, candidatos, observadores y medios de comunicación.
Un enfoque de gestión de comunicaciones de crisis reconoce la urgencia de comprometerse de manera rápida y enérgica para reducir los efectos de las informaciones falsas y proporcionar a las personas claridad basada en hechos que han sido objeto de desinformación.
Antes de la elección presidencial de 2016 en EE. UU., las 20 historias falsas más populares generaron más interacciones (8.7 millones) que las 20 historias verdaderas más populares (7.3 millones).